Tras la entrada en vigor de los Reales Decretos 1415/2007 y 1515/2007 por los que se publicaban el nuevo Plan General de Contabilidad y el Plan General de Contabilidad de Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) respectivamente, se han producido modificaciones sustantivas de criterios y normas de valoración respecto a los que resultaban de aplicación en la normativa anterior.
Esta circunstancia, junto con la más que inminente obligación de armonización de la normativa contable de nuestro país a las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC), ha provocado en los últimos años un cierto desfase entre la metodología contable y la información financiera marcadas normativamente y las efectivamente llevadas a cabo por los departamentos de administración de las empresas, principalmente las Pequeñas y Medianas.

En este contexto, una revisión contable ofrece la posibilidad de efectuar un análisis pormenorizado de la metodología con que las empresas están registrando sus operaciones, así como de evaluar la veracidad de la información financiera reflejada en las Cuentas Anuales y su adaptación a los nuevos criterios establecidos.
La principal ventaja que aporta este servicio es que puede contratarse de forma global, con lo que la revisión afecta a todas las áreas de las Cuentas Anuales, o limitada, si la intención de la empresa es evaluar únicamente determinadas áreas del Balance, Cuenta de Resultados o Memoria de las Cuentas Anuales sobre las que se tengan indicios de que no cumple la normativa establecida.
A diferencia de la Auditoría de Cuentas, la información y las conclusiones obtenidas mediante el trabajo realizado, se plasman en un informe en el que se detallan las deficiencias detectadas, siendo dicho informe de carácter privado y no existiendo la obligación de publicarlo junto con las Cuentas Anuales.