También conocida como "DUE DILIGENCE", consiste en la evaluación detallada de una empresa o negocio, llevada a cabo por un agente independiente, dentro de un proceso de adquisición.
Su objetivo principal es reducir el riesgo de la transacción, aportando al comprador una visión ajustada de la realidad económico-financiera y jurídica de la empresa o negocio que se desea adquirir.
En el proceso de una auditoría de compra, se analizan, además de los datos patrimoniales y financieros que se desprenden de las Cuentas Anuales o Estados Financieros de la sociedad objeto del estudio, otros aspectos que pueden tener una influencia significativa en el proceso de decisión de la parte compradora, tales como:
• Valoración de los activos, tanto intangibles (Fondo de Comercio, Propiedad Industrial, etc.) como materiales (Terrenos, bienes inmuebles, maquinaria, etc.) con el fin de determinar la existencia de plusvalías o deterioros respecto a los valores contables.
• Identificación de pasivos ocultos o posibles contingencias fiscales, laborales, medioambientales, etc, que supongan una minoración del valor de la sociedad o un riesgo para el desarrollo futuro de la actividad.
• Revisión de la actividad comercial / productiva de la sociedad, así como los aspectos industriales y tecnológicos con el objetivo de realizar proyecciones de resultados futuros e identificar puntos débiles a mitigar y puntos fuertes a explotar.• Análisis de la plantilla de la sociedad, estudiando la dedicación del personal, el nivel retributivo y, en su caso, cuantificando el coste de una posible reducción de plantilla.
Fruto del trabajo realizado, se emite un informe en el que, además de la metodología y el alcance del mismo (incluyendo aquellas limitaciones acaecidas), se describen todas las conclusiones alcanzadas y datos objetivos analizados que pudieran tener transcendencia para el comprador a la hora de tomar o cuantificar la decisión de compra.